Esguince de Tobillo
Es el desgarro o ruptura, parcial o total, de los ligamentos del tobillo, que se estiran. En casos severos se afectan las articulaciones, impidiéndole a la persona lesionada caminar o movilizar el cuello del pie.
ANATOMÍA DEL TOBILLO
Un ligamento es una banda fuerte y fibrosa de tejido similar a una cuerda o soga que conecta dos o más huesos. En este caso al astrágalo, tibia y peroné. Los dos últimos forman la pierna.
En la imagen, pueden apreciarse los ligamentos que conforman el tobillo a nivel lateral o externo y medial o interno, los cuales pueden verse afectados de acuerdo con el grado de lesión, que describiré más adelante.
CAUSAS
- Debilidad de los músculos del tobillo.
- Hiperlaxitud de los ligamentos del tobillo.
- Movimientos bruscos.
- Golpes o traumatismos.
- Sobrecarga.
- Uso de calzado inestable.
- Haber sufrido un esguince de tobillo de manera previa.
- Musculatura del tobillo débil.
- Terrenos inestables.
- Por la utilización de tacones.
- Sobrepeso.
- Es más común en las mujeres, por el componente hormonal.
- Durante el embarazo.
- Practicar deportes como baloncesto, voleibol, fútbol o actividades de alto impacto.
De acuerdo con el nivel de la lesión y la cantidad de ligamentos afectados, los esguinces se clasifican en:
- Esguince grado I: los ligamentos del tobillo se elongan, se distienden, pero no se rompen. Los síntomas son dolor leve, inflamación, pero no hay pérdida de la movilidad.
- Esguince grado II: existe ruptura parcial del ligamento, la inflamación pasa de leve a moderada y el dolor se incrementa. Hay dificultad para caminar debido al dolor (marcha antálgica), deformidad y rigidez. Hematoma (enrojecimiento de la zona lesionada por la acumulación de sangre).
- Esguince grado III: hay ruptura completa del ligamento, los síntomas son dolor intenso, deformidad y rigidez. Imposibilidad para mover la articulación.
- Examen físico: el médico evaluará la presencia de inflamación, la movilidad y si hay o no la presencia de hematomas.
- Ecografía de tejidos blandos, para saber si hay presencia de líquido articular o algún desgarro muscular.
- Radiografía.
- Resonancia Magnética.
- Reposo: evitar apoyar el pie para no incrementar los síntomas y empeorar el cuadro.
- Aplicación de compresas frías: estás deben durar de 12 a 15 minutos en la zona afectada; ayudará a desinflamar y a reducir el dolor.
- Vendaje de compresión: para evitar que se edematice el pie y limitar parcialmente la movilidad.
- Elevación del pie: para favorecer el retorno venoso y la circulación.
- Fortalece la musculatura del tobillo.
- Mantén ambas piernas fortalecidas, ya que siempre tenemos una pierna dominante.
- Realiza estiramientos musculares acompañados de ejercicios de coordinación y equilibrio.
- No tengas miedo a caminar posterior al tratamiento de rehabilitación, debido a que esto puede afectar tu marcha.
- Utiliza calzado ortopédico que te permita la estabilidad y el soporte del tobillo. En caso de que sean altos es recomendable que tengan plataforma y le brinde una posición funcional al pie y no afecte su anatomía, como se puede apreciar en la imagen.
- Al practicar algún deporte o actividad física realiza un precalentamiento y enfriamiento de los músculos, realiza estiramientos generalizados y en particular de los músculos más activos.
Muy buena la información!
ResponderEliminarGracias por tu comentario y me da gusto que te gustara la publicación
EliminarExcelente tú explicación, fácil de endenter y colocar en práctica esas recomendaciones.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarGracias, es una información muy útil para todos.
ResponderEliminarGracias a usted por leer la publicación.
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